No hay misión más difícil que tratar de ayudar a alguien que considera que no necesita ningún cambio, es como querer despertar a alguien que se cree despierto, no hará ningún esfuerzo para salir de esa condición. Asistir a una iglesia, orar o leer la palabra no nos asegura estar espiritualmente despiertos. Dios no podrá iluminar nuestro camino si primero no nos despertamos. Despertarse y levantarse es la condición para ser iluminados por Dios