En 24horas un desierto se puede convertir en un jardín colorido y perfumado, sólo porque desciende sobre la tierra una bruma o lluvia, que activa el potencial que había en las semillas escondidas entre la arena. Lo que a los ojos de los hombres parece imposible, para Dios no lo es.
Tu vida puede florecer de manera sobre natural, cuando el potencial de “bendito” que está latente en tu vida, reciba la lluvia del Espíritu Santo. Todo puede cambiar en menos tiempo del que piensas… creer para ver….